Dos disparos

Dos Disparos_
Las dobles casualidades son las protagonistas del proyecto.
Simultáneamente me confirman la Beca en Quito para desarrollar el proyecto sobre la inmigración ecuatoriana, mientras yo me dispongo a hacer mi maleta y marcharme. Una llamada de teléfono, por fin una respuesta a miles de correos electrónicos, confirma lo deseado: me voy para Inglaterra.

Durante el viaje mi mente no para de dar vuelta y de repasar todo aquello que me debo llevar, que necesitaré. Objetos sin lo que no puedo estar, papeles, direcciones, mapas... Un enjambre de nombres y formas me colapsa. Esta sensación es la misma sensación que hace 10 años tuvieron muchos otros, maleta en mano, pasaje en la otra, familia en mente, mientras volaban desde Ecuador a una España llena de promesas.

Está es mi primera imagen mental:  una maleta, un ticket, un rostro desconocido con los ojos llenos de ilusiones. Un instante simple, sin gran efecto visual, un segundo que araña mi memoria y se hace visible. Esa imagen vuelve una y otra vez. No me deja en paz.

Desde que he llegado a mi nueva realidad, hago diariamente con mi cámara de fotos dos disparos. Solo dos. Uno por mi y otro por los de allá. Dos imágenes que dominan mi mente aunque solo por un segundo y me liberan de esa primera fotografía. Esas imágenes crean un mapa de mi realidad. Una cartografía que habla sobre tantos segundos de mi nueva vida, al mismo tiempo habla también de lo dejado, de lo que echo en falta, de lo que ya no forma parte de mi cotidianidad. Cuando uno se marcha, al mismo tiempo está contradiciendo una sensación muy fuerte de miedo y vértigo.


Una vez en Quito el proceso vuelve a comenzar. Dos fotos. Solo dos, que narran mi nueva realidad. Ordenando desde la observación y el día a día todo lo que me sucede.









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