Thais Fujinaga nos presenta "L"

Hija de inmigrantes, Thais Fujinaga, aborda el tema de una forma autobiográfica. Un cortometraje que mezcla historias, culturas y mundos, para plantear el fenómeno de la inmigración en la sociedad actual. 



RnM: Teniendo en cuenta tu filmografía, observamos que has tocado el tema de los descendientes de inmigrantes en Brasil más de una vez. Háblanos un poco sobre esa opción. 
TF: Soy nieta de inmigrantes japoneses, por parte de padre e italianos, por parte de madre. Es natural que este tema sea presente en mi vida, pero la forma como surgió en mis películas fue menos premeditado. Cuando escribí el guión de "L", no tenía como enfoque la inmigración. La presencia de los personajes chinos en este corto es  un punto de mirada, la protagonista es Teté que no es inmigrante. Ella se está adentrando en un universo desconocido, adentrándose en un espacio de una lengua extraña que ella no comprende. Como me gustó mucho trabajar con los personajes chinos en "L", escribí después el guión del corto "Los Ermanos Mai". En esta otra peli, el enfoque son más los dos hermanos chinos. Todo lo que se inserta en la trama empezó desde la observación de la realidad cotidiana de los niños que son hermanos en la vida real. Tuve en cuenta la existencia de la diversidad cultural entre el grupo chino: la religión y el lenguaje como elementos de diferenciación, que surgen de manera sutil en las relaciones en la clase, y al mismo tiempo a nivel personal, reforzando la complicidad de los hermanos dentro y fuera de la escuela.

RnM: ¿Cómo surgió la idea del corto "L"?


TF: Cuando yo tenia la edad de la protagonista de la película, un amigo mío me llamó de "L". Fue solo una vez, pero en la época me llamó la atención de forma negativa, porque yo odiaba mi pie. Cuando tuve la oportunidad de realizar un corto me acordé de esta historia y empecé a escribir sobre esta niña que odia sus pies. Ahí estaba uniendo elementos de mi infancia: la academia de natación (filmamos en la academia a la que asistí), los gatos ... pero faltaba algo. Yo conocía la expresión "pies de geisha" hace mucho tempo, y decidí hacer una búsqueda sobre eso. Descubrí muchos textos e imágenes sobre la tradición china (y no japonesa, como imaginaba) de atar los pies de las niñas para que estos se quedasen muy pequeños. En algunos casos, si el pie ya había crecido más allá del tamaño "ideal", estos se rompían antes de ser fileteados. Creía que esto favorecería la historia que estaba escribiendo y lo incorporé. De ahí surgió el otro personaje, el muchacho chino Héctor ...