Marcados por el dolor, el rencor y el odio

Sebas Cabero comparte con nosotros su pieza de vídeo performance"Marcados". Experimenta en su propia piel, el dolor que la sociedad en su conjunto se infringe a sí misma. 





RnM: Habla un poco sobre tu relación con el tema de los inmigrantes.

Pertenezco a una familia de origen humilde. ¿Y qué familia humilde española no tiene a algún miembro que haya tenido que emigrar en busca de un futuro mejor? Los españoles somos un pueblo de emigrantes, hemos tenido que emigrar varias veces en el pasado y tenemos que emigrar ahora una vez más.


RnM: ¿Cómo surgió la idea de MARCADOS?
Marcados como toda mi obra artística surge de mi observación y reflexión sobre esta sociedad occidental que me rodea. En 2008 fui invitado por una revista underground de arte y literatura a participar en unas sesiones performativas que se realizaron en un pequeño espacio de arte contemporáneo llamado "El Gallo". 2008 fue el comienzo de la crisis española. El trabajo comenzaba a escasear, una de las primeras reacciones por parte de la sociedad fue atacar a los inmigrantes. Se les acusaba de robar el trabajo a los españoles. Personas que vinieron aquí en busca de un futuro mejor, dejando atrás unas vidas hechas, unas familias, unas raíces, unas culturas propias. Gente que se integró y ayudó al desarrollo de una cultura que les era ajena. Personas que tanto aportaron al progreso de esta tierra, incluso aceptando trabajos que nadie más quería, ahora eran atacadas y excluidas cuando las cosas empezaban a ir mal.


Estas actitudes tan repugnantes que estaba viendo, me generaron tal odio y dolor, que sentía la urgente necesidad de canalizar estos sentimientos y expresarlos. Y así es como surgió Marcados.


RnM: En MARCADOS la relación con el cuerpo es muy fuerte. Habla un poco sobre eso.
En todas mis acciones performativas utilizo mi propio cuerpo como vehículo de expresión y comunicación. Considero mis performances actos de expresión tan íntimos, que solo mi propio cuerpo puede materializarlos.

En este caso en particular, a través del dolor físico que me infringen dos personas, intento comprender, hacer mío y mostrar al espectador el dolor que estas personas puedan llegar a sentir al ser excluidas por una sociedad que en un primer momento las acepto con los brazos abiertos.